Estamos sumergidos en un mundo de usar y quemar. Ni siquiera tirar. Quemar. Fahrenheit 451.
Fuego.
No merece la pena ni siquiera asimilar la información que consumimos. Decir que vivimos en tiempos líquidos es casi un halago, vivimos en tiempos gaseosos, en medio de la niebla. Perdidos.
Por eso, escribir un blog de calidad. Escribir un buen libro. Leerlos. Son actos de rebeldía.
No vivimos en tiempos líquidos porque el mundo cambie muy rápido. Sino porque hemos decidido cambiar la calidad, en el sentido amplio, por la superficialidad.
La calidad en las relaciones humanas, en la comunicación, en el uso del tiempo, en lo que escribimos y lo que leemos. Hay quien cambia amigos de toda la vida por conversaciones insustanciales en Tinder, swipe, haha, lol.
Por eso escribir, es el nuevo punk. Destilar lo que tenemos en la cabeza, vomitarlo, editarlo, refinarlo, y luego compartirlo. En tiempos en los que el pensamiento lento, refinado, es un lujo, escribir, es una forma de rebeldía.