Hay un momento en la vida de los hombres en las que tiene que aguantar el tipo, viendo sufrir a la persona que más quiere, y a la que más querrá.
El 9 de noviembre de 2022, Lía decidió que era el momento de emprender su viaje a conocer el mundo. Fue un día de emociones encontradas, que me quedaré para aquellos que merecen que las historias se cuenten con un café.
Todo salió bien. Patri cogió por primera vez a su hija, que cansada por un viaje de no más de veinte centímetros solo quería dormir. A ella tampoco lo vino mal, Lía le daba un descanso que más adelante consideraría el regalo más precioso.
Y llegado el momento, me tocó a mí cogerla. Pero no simplemente cogerla en brazos, yo la cogí mientras las pediatras la examinaban a horas intempestivas. Sentir su peso, sostenerla y disfrutarla.
Y al sentir el peso de sus tres kilos y pico, me sentí como Atlas. De repente, de una forma u otra, un enorme peso y responsabilidad cayó sobre mis hombros.
Yo y Patricia tenemos el mayor privilegio y la vez, responsabilidad, que se le puede otorgar a un humano. El regalo de acompañar a una niña a ver el mundo por primera vez. Con ojos limpios de prejuicios, de sesgos, limpios de todo lo que llamamos cultura, con inocencia.
Y dentro de esa inocencia, me preguntaba, ¿qué importancia tiene como será el futuro para Lía?
Y la repuesta, es que no tiene importancia. Porque sus padres, y ella, desconocen como será el mundo.
Lo importante ya está escrito. Que se sepa comunicar, que mueva su cuerpo de manera ágil, que coma de manera saludable y deliciosa, que sepa gestionar sus emociones, que sea curiosa, que se sienta respaldada ( que no protegida ), que sepa defenderse a ella misma y a sus ideas, que sea buena amiga, que se aleje de lo que le resta, que siempre sume allá donde vaya.
Da igual como sea el futuro. Lo importante, lleva miles de años escrito. Y mi privilegio, a la vez que mi responsabilidad, será ayudarle a descubrirlo.
No hay mayor objetivo en la vida. Que este. Acompañar, guiar, y disfrutar, de ver cómo alguien crece. Día a día, paso a paso, y lección a lección.